Los 115 cardenales católicos se
encerraron este martes en la célebre Capilla Sixtina de El Vaticano,
iniciando un nuevo cónclave para elegir al Papa que reemplazará a
Benedicto XVI. El pontífice número 265 renunció argumentando que no se
sentía lo bastante fuerte, a sus 85 años, para desempeñar la
responsabilidad de una institución que convoca a más de mil millones de
seres humanos.
Como los cardenales tienen el deber de guardar silencio sobre lo que
suceda durante el cónclave, y no pueden salir del Palacio Vaticano hasta
que hayan elegido a un nuevo papa, esta tradición se ha revestido de
misterio a a través de los siglos.
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