La consolidación del cristianismo, cambia el espectro representacional
desde los orígenes politeístas ancestrales, a los monoteístas del Dios
padre. Eso sí, mediante un panteón de santos, ángeles y demonios, muchas
veces, cercanamente vinculados a los misterios paganos.
Arte y religión en una simbiosis orientada a otorgar modos de
representación del origen divino del cosmos y el caos universal, bajo un
prisma que mezcla incesantemente elementos comunes de las diversas culturas y de las distintas formas de experimentar la religiosidad.